Cuándo es el encierro
Cada mes de julio, un millón de juerguistas se agolpan en Pamplona (España) con motivo de las estridentes fiestas de San Fermín. Acuden a esta orgullosa ciudad situada en las estribaciones de los Pirineos para disfrutar de la música, los fuegos artificiales y la alegría. Pero, sobre todo, acuden al encierro, en el que aventureros intrépidos (o insensatos), llamados mozos, se lanzan al paso de seis toros furiosos.
En un principio se celebraba como fiesta de un santo, pero ahora se prolonga durante nueve días, del 6 al 14 de julio. Cada mañana, a las 8, los toros son soltados en las calles de la ciudad, y los españoles de todo el país siguen cada giro en directo por televisión.
Los Mozos, al igual que los aficionados taurinos españoles, respetan al toro. El animal representa el poder, la vida, lo salvaje. Ernest Hemingway, que acudió por primera vez a la fiesta en 1923, lo entendió. Escribió que disfrutaba viendo correr a dos animales salvajes juntos: uno a dos patas, el otro a cuatro.
Aunque pueden vestir cualquier cosa, los mozos se visten tradicionalmente con pantalones y camisas blancas, con pañuelos rojos atados al cuello y a la cintura. Dos leyendas explican el uniforme rojo y blanco: Una dice que es en honor a San Fermín, un santo (blanco) que fue martirizado (rojo); la otra dice que los corredores se visten como los carniceros que iniciaron esta tradición. (Los toros son daltónicos, así que les da igual).
Encierro de Pamplona
Las fiestas de San Fermín se celebran cada mes de julio en Pamplona, España, en honor al patrón de Navarra. Aunque se basa principalmente en la tradición, esta fiesta se ha transformado a lo largo de los años en una fiesta desenfrenada, llena de espectadores curiosos procedentes de todos los rincones del mundo. Más de un millón de visitantes acuden a disfrutar de los encierros matinales, de los festejos con sangría y de la tradición taurina centenaria.
Los encierros se celebran todas las mañanas del 7 al 14 de julio, durante un total de 8 días consecutivos. Cada encierro comienza a las 8 de la mañana con un cañonazo que señala la salida de los animales.
Cada encierro incluye seis toros de lidia, criados por algunas de las principales ganaderías españolas. Estos toros van acompañados de 8 bueyes que llevan cascabeles al cuello. Los bueyes ayudan a mantener a los toros unidos en una manada mientras corren a la velocidad del rayo hacia la plaza de toros.
Los toros suelen hacer el recorrido de media milla en pocos minutos. El tiempo medio es de unos tres minutos, pero la carrera puede alargarse más de seis minutos si un toro se detiene, da la vuelta o se separa de la manada.
Encierro cancelado
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Los encierros de Pamplona son famosos en todo el mundo por una buena razón. Estos emocionantes encierros son la piedra angular de las fiestas de San Fermín, que se celebran cada año del 6 al 14 de julio. Más de un millón de espectadores se reúnen en las calles de Santo Domingo, Mercaderes y Estafeta para presenciar la emoción y la volatilidad que caracteriza a los encierros.
San fermín 2022
Se tarda unos tres minutos y medio en completar la que quizá sea la carrera más controvertida del mundo. Cada año, en la segunda semana de julio, se sueltan seis toros a las 8 de la mañana por las estrechas calles de Pamplona, ciudad situada en la región norteña de Navarra. Varios centenares de personas salen tras ellos, corriendo caóticamente a lo largo de media milla mientras la multitud observa desde balcones y esquinas, y millones más por televisión. Los más valientes -o los más estúpidos- intentan ponerse delante para sentir la emoción de agarrar a un toro por los cuernos. (El recorrido termina en la plaza de toros de la ciudad, donde los toreros se enfrentan a los animales y posteriormente los sacrifican.
¿Seguirán los encierros? De momento, los encierros parecen seguros. El alcalde de Pamplona ha dicho que «no se imagina» la fiesta sin toros y, aunque está abierto a eliminar las corridas, éstas están protegidas por la Constitución española como parte del patrimonio cultural. Los tribunales, incluido el Tribunal Supremo, han anulado los intentos de prohibir las corridas letales en las regiones de Cataluña y Baleares. Pero es poco probable que los debates lleguen a ninguna parte. Ya en 1925, Hemingway reconoció que el tirón de Pamplona era problemático. «Si un varón lo mira desde un punto de vista moral, no hay excusas», escribió sobre las corridas de toros en una carta a un amigo. «Pero si un macho lo toma como viene. Mira qué espectáculo tan maravilloso».