crédito

Las tarjetas de débito suelen extraer fondos de una cuenta corriente, mientras que las tarjetas de crédito cargan las compras utilizando una línea de crédito. Con una tarjeta de débito, estás gastando dinero de tus propios fondos. Si utilizas una tarjeta de crédito, estarás pidiendo prestado el dinero y, en algún momento, tendrás que devolverlo al emisor de la tarjeta, quizá con intereses incluidos.

La mayor ventaja de usar una tarjeta de débito para hacer compras es que no estás creando una deuda y los intereses que ésta puede acumular. Por eso, si quieres mantenerte (o liberarte) de las deudas, una tarjeta de débito es probablemente la mejor opción.

El uso de una tarjeta de débito también le ayuda a liberarse de la carga de los intereses que puede conllevar el uso de la tarjeta de crédito. A menos que pagues el saldo todos los meses, cualquier cargo que hagas acumula intereses. Y eso puede acabar costándote mucho.

El mayor inconveniente de las tarjetas de débito es la posibilidad de gastar más de lo que tienes en tu cuenta, lo que puede dar lugar a gastos por sobregiro.  Esto puede resultar caro rápidamente. Por eso es importante controlar los fondos disponibles y no gastar lo que no se tiene.

efectivo

Tanto las tarjetas de débito como las de crédito pueden utilizarse para hacer compras, pero la forma de procesar los pagos varía en función del tipo de tarjeta que utilice. Las tarjetas de débito están vinculadas a tu cuenta bancaria, de modo que cada vez que haces una compra, el importe se deduce automáticamente de tu cuenta. Las tarjetas de crédito le dan acceso a una línea de crédito que le permite pedir prestado dinero para las compras y devolverlo más tarde.

Jennifer Brozic es escritora de finanzas personales y ha escrito para Citi. Nota editorial: Credit Karma recibe compensaciones de terceros anunciantes, pero eso no afecta a las opiniones de nuestros editores. Nuestros socios de marketing no revisan, aprueban o respaldan nuestro contenido editorial. El contenido es exacto a nuestro leal saber y entender en el momento de su publicación.

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tarjeta de débito

Una tarjeta de débito utiliza tu propio dinero (sacado directamente de tu cuenta bancaria) para pagar algo. Es básicamente como el dinero en efectivo, con la diferencia de que usted tiene la comodidad de usar una tarjeta en lugar de llevar un fajo de billetes cuando hace una compra.

Una tarjeta de crédito pide prestado dinero a un prestamista para cubrir una compra, en lugar de utilizar tu propio dinero. Tendrás que devolver ese dinero, y a tiempo. ¿Y si no lo hace? Pues te cargarán los intereses, las comisiones de demora y la deuda de la tarjeta de crédito (sí, no es divertido).

También hay que mencionar que existen diferentes tipos de tarjetas de crédito. Dependiendo de tu edad, tu historial crediticio y tu estilo de vida, es posible que te ofrezcan unas u otras. Pero todas las tarjetas de crédito tienen algo en común: están diseñadas para generar deuda, no riqueza.

Al igual que los teléfonos inteligentes y los vaqueros ajustados, las tarjetas de débito y de crédito están hoy en día en casi todas partes. Ya sea para comprar un jersey para el perro por Internet o para hacer la compra semanal, es difícil encontrar un negocio que no acepte estos dos tipos de pago. Aunque es posible que tu camión de comida favorito o tu tienda pop-up del mercadillo local sólo acepten efectivo. (Por cierto, pagar en efectivo siempre que puedas es la mejor opción).

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Las tarjetas de crédito y las de débito suelen tener un aspecto casi idéntico, con números de tarjeta de 16 dígitos, fechas de caducidad y bandas magnéticas y chips EMV. Ambas pueden facilitar y hacer cómodas las compras en las tiendas o en Internet, con una diferencia clave. Las tarjetas de débito le permiten gastar dinero sacando los fondos que ha depositado en el banco. Las tarjetas de crédito le permiten pedir prestado dinero al emisor de la tarjeta hasta un determinado límite para comprar artículos o retirar dinero en efectivo.

Probablemente tenga en su cartera al menos una tarjeta de crédito y otra de débito. La comodidad y la protección que ofrecen son difíciles de superar, pero tienen importantes diferencias que podrían afectar sustancialmente a su bolsillo. A continuación te explicamos cómo decidir cuál utilizar para satisfacer tus necesidades de gasto.

Una tarjeta de crédito es una tarjeta emitida por una institución financiera, normalmente un banco, y permite al titular pedir prestados fondos a esa institución. El titular se compromete a devolver el dinero con intereses, según las condiciones de la entidad. Las tarjetas de crédito se emiten en las siguientes categorías: