Garbanzos con espinacas cadiz
Espinacas y garbanzos indios
Nunca me canso de esta receta. Tal vez porque se trata de una comida reconfortante en su máxima expresión. Un guiso de verduras terroso, saciante, cálido y sabroso que, si se come a la hora de la comida, hace que te apetezca echarte una siesta nada más terminarlo.
Como dirían los españoles, este plato es «bueno, bonito y barato». No puede ser más cierto. Como muchas otras recetas campesinas del sur de España, estos garbanzos con espinacas son un buen ejemplo de cómo sacar partido a ingredientes sencillos y humildes.
Sí, tiene una indudable influencia de Oriente Medio. De hecho, fueron los persas quienes trajeron las espinacas y los fenicios quienes importaron por primera vez los garbanzos a España. Sin embargo, después de tantos siglos, podemos afirmar que se trata de un plato andaluz muy tradicional.
Puede encontrar esta receta en los bares de tapas de toda Andalucía. Aunque, sinceramente, nunca hemos comido una versión mejor que en nuestros viajes a Sevilla, y más concretamente a unos bares de esquina en el impresionante barrio obrero de Triana.
Garbanzos y espinacas al curry
Nunca me canso de esta receta. Tal vez porque se trata de una comida reconfortante en su máxima expresión. Un guiso de verduras terroso, saciante, cálido y sabroso que, si se come a la hora de la comida, hará que te apetezca echarte una siesta nada más terminarlo.
Como dirían los españoles, este plato es «bueno, bonito y barato». No puede ser más cierto. Como muchas otras recetas campesinas del sur de España, estos garbanzos con espinacas son un buen ejemplo de cómo sacar partido a ingredientes sencillos y humildes.
Sí, tiene una indudable influencia de Oriente Medio. De hecho, fueron los persas quienes trajeron las espinacas y los fenicios quienes importaron por primera vez los garbanzos a España. Sin embargo, después de tantos siglos, podemos afirmar que se trata de un plato andaluz muy tradicional.
Puede encontrar esta receta en los bares de tapas de toda Andalucía. Aunque, sinceramente, nunca hemos comido una versión mejor que en nuestros viajes a Sevilla, y más concretamente a unos bares de esquina en el impresionante barrio obrero de Triana.
Garbanzos y espinacas a la española
Cuando mis dos hijos crecían, los vecinos más cercanos de nuestro valle eran la familia Fernández, con cinco hijos. Mis dos hijos y esos cinco recorrían los bancales, bajaban al arroyo y de vez en cuando subían a la sierra detrás de las casas. Tanto si era día de colegio como si era fin de semana, puntualmente a las 6 de la tarde su madre salía de la casa para llamar: «¡Fernando!». (Fernando era el más joven del clan.) «A merendar. ¡Rocio! ¡Tomi! Merienda!»
Una versión de los picatostes es idéntica a las torrijas, el postre favorito de la Semana Santa y la Pascua. Las torrijas son rebanadas de pan duro mojadas en leche (o vino dulce), luego en huevo y fritas. Pero la versión que más me gusta no es más complicada que unos palitos de pan frito, rebozados en azúcar. El chocolate espeso, llamado chocolate a la taza, puede prepararse a partir de tabletas o gránulos de chocolate que vienen con edulcorante y con almidón para espesar. Si se prepara el chocolate desde cero, véase esta receta de chocolate caliente para beber.